Tuesday, November 08, 2005

La zona


La meta de los protagonistas de la película “Stalker”, del cineasta ruso Tarkovski, consistía en llegar hasta la ZONA. En esta singular ZONA se cumplían las más íntimas aspiraciones de los hombres que allí entraban. Mientras atravesaban el curioso territorio que les conducía al ansiado lugar, Stalker narró a sus compañeros de viaje la historia, real o legendaria, de Dikoobras. Éste llegó a la ZONA pidiendo que su hermano, de cuya muerte era culpable, volviera a recobrar la vida. Cuando Dikoobras regresó a su casa, se encontró repentinamente enriquecido. La ZONA le había regalado su verdadero deseo íntimo, y no aquello que había pretendido desear. Por este motivo, Dikoobras se suicidó.
Cuando nuestros protagonistas llegaron a su meta, tras haber reflexionado mucho sobre sí mismos, no se decidieron a traspasar el umbral de ese mágico lugar. De repente, fueron conscientes de que su estado interior, en el fondo, era trágicamente imperfecto. No encontraron dentro de sí fuerzas suficientes como para creer en sí mismos. Su fuerza tan sólo les sirvió para dirigir una mirada hacia dentro de su propio ser. Sólo eso, les asustó profundamente.
Recuerdo que esa película no dejó indiferente a ninguno de los espectadores que acudimos a su proyección. ¡Qué miedo, no!
¿Cuántos de nosotros nos atreveríamos a entrar en la ZONA? Esta es nuestra invitación a la reflexión. Dejémonos de gaitas. ¿O no?, como dice un gallego con barba y gafas que sale mucho en televisión.

No comments: