Interesante, es el mejor piropo que se puede lanzar a una persona. Ortega y Gasset dixit. La verdad que observando la foto que aparece de ella en sus novelas, hace que de Amélie, pueda decirse que es interesante. No sé si simpática, pero poco atractiva sí que es.
Todo esto son conjenturas. Mejor tonturas. Amélie Nothomb es una escritora a la que necesariamente hay que leer.
Conozco de ella sólo dos libros publicados en Anagrama, panorama de narrativas. Sí, esos libros de portada amarilla. Supersticiosos abstenerse.
Amélie tiene en la actualidad 36 años y reside actualmente en Bruselas. Pues bien, lo interesante es que su padre era diplomático, y este hecho le permitió pasar su niñez y adolescencia en Extremo Oriente. Les va gustando, no. Nació en Kobe (Japón) y posteriormente también vivió en China, ya en su niñez.
El primer libro que leí de ella fue “Estupor y temblores”. Libro breve, con gran carga autobiográfica, que cuenta las peripecias de una joven belga de 22 años que empieza a trabajar en una de las mayores compañías mundiales, quintaesencia de las empresas japonesas. Cuando escucho hablar de “mobing” en el trabajo, recuerdo este libro. No les cuento más. No se puede escribir mejor, con humor, hilarante crueldad y elegancia. Texto de referencia obligada para los escritores nóveles. Me olvidaba, con este libro obtuvo el Gran Premio de la Academia Francesa y el modernísimo Premio Internet. O sea.
Mi segundo encuentro con la Nothomb ha sido hace pocas semanas. En este caso, he leído su libro “El sabotaje amoroso”. Parece ser que fue su segunda novela. Me digo, no puede ser. Cómo se puede escribir de forma tan fresca, ingeniosa, brutal. No puede ser. Mi admiración se transforma en recomendación. En este segundo libro la autora recoge sus vivencias infantiles en China. Más concretamente, en el barrio de San Li Tun, gueto de los diplomáticos y sus familias en Pekín. Su lectura es todo un placer, de verdad.
Bueno, en la televisión están las imágenes de la futura reina con su prometido. En mi casa no hay más rey que mi hijo Alejandro. Está jugando con mi mujer y yo no me lo quiero perder. Pues eso, que lean a Amélie Nothomb.
Todo esto son conjenturas. Mejor tonturas. Amélie Nothomb es una escritora a la que necesariamente hay que leer.
Conozco de ella sólo dos libros publicados en Anagrama, panorama de narrativas. Sí, esos libros de portada amarilla. Supersticiosos abstenerse.
Amélie tiene en la actualidad 36 años y reside actualmente en Bruselas. Pues bien, lo interesante es que su padre era diplomático, y este hecho le permitió pasar su niñez y adolescencia en Extremo Oriente. Les va gustando, no. Nació en Kobe (Japón) y posteriormente también vivió en China, ya en su niñez.
El primer libro que leí de ella fue “Estupor y temblores”. Libro breve, con gran carga autobiográfica, que cuenta las peripecias de una joven belga de 22 años que empieza a trabajar en una de las mayores compañías mundiales, quintaesencia de las empresas japonesas. Cuando escucho hablar de “mobing” en el trabajo, recuerdo este libro. No les cuento más. No se puede escribir mejor, con humor, hilarante crueldad y elegancia. Texto de referencia obligada para los escritores nóveles. Me olvidaba, con este libro obtuvo el Gran Premio de la Academia Francesa y el modernísimo Premio Internet. O sea.
Mi segundo encuentro con la Nothomb ha sido hace pocas semanas. En este caso, he leído su libro “El sabotaje amoroso”. Parece ser que fue su segunda novela. Me digo, no puede ser. Cómo se puede escribir de forma tan fresca, ingeniosa, brutal. No puede ser. Mi admiración se transforma en recomendación. En este segundo libro la autora recoge sus vivencias infantiles en China. Más concretamente, en el barrio de San Li Tun, gueto de los diplomáticos y sus familias en Pekín. Su lectura es todo un placer, de verdad.
Bueno, en la televisión están las imágenes de la futura reina con su prometido. En mi casa no hay más rey que mi hijo Alejandro. Está jugando con mi mujer y yo no me lo quiero perder. Pues eso, que lean a Amélie Nothomb.
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