Sunday, July 30, 2006

Mi cumpleaños



El día de cumpleaños es una fecha feliz. Claro, siempre que sea feliz. En mi caso es así, y hace 36 años nací en un pueblo de la provincia de Jaén (España), La Carolina. Tengo la certeza de que siempre que se celebra algo, también esa rememoración jubilosa del hecho debe ir acompañada de un canto de agradecimiento. Y eso es precisamente lo que voy a hacer.
Gracias a Dios por darme la familia que tengo y muy en particular a mi mujer, Esther y a mi hijo, Alejandro. No puedo entender la vida sin ellos. Mis amigos me han hecho ver con sencillez mis limitaciones y me han mostrado que mis fortalezas pasan por contar con el concurso de los que me rodean.
Afortunadamente tengo un buen trabajo, dirijo un gran hospital, que me invita a que nunca abandone mi esfuerzo por ser competente y digno. Me enseña donde puedo realizar el bien día a día. Algunos no comparten mis ideas, no me entienden o incluso me critican, ellos también me ayudan a crecer.
El mejor regalo es la vida, porque todo vida merece ser la pena vivida. Mi contribución a la misma cada vez la tengo más clara: no cejar en el empeño de que el humanismo sea la herencia de la cultura del occidente a la historia de la humanidad. Espero poder hacerlo algún día como escritor, que es mi gran sueño.
En estos momentos mi agradecimiento a todos es la memoria de mi corazón.

Ronda, eterna sugestión de viajeros


1. Viajeros y viajes

El hombre es el único animal que viaja. Muchos animales deambulan, corren, migran. Algunos podrían pensar que viajan. Aceptemos entonces que el hombre es el único ser de la naturaleza que puede dejar constancia de sus viajes a través no de un lenguaje sino de una lengua.
Tal es así, que sin salir en toda nuestra vida de nuestra casa podemos conocer en detalle cualquier parte, por lejana, exótica o inhóspita, de todas las que existen en la Tierra. Todo es posible porque los que conocen los lugares trascienden de su experiencia personal y se ven obligados a escribir sobre ellos. Así podemos imaginarnos en nuestra terraza la dureza y agresividad de la cordillera del Himalaya sin tener que desplazarnos a ella.
No todos los que viajan por tanto son viajeros. Las características del viajero son dos: viaja a lugares diferentes de donde vive habitualmente y deja constancia escrita, en la mayoría de los casos, de su experiencia.
No existe una sola Ronda, existen tantas como hombres que la viven, la piensan, la sueñan y la escriben.
Con las premisas que hemos expuesto podemos decir que Ronda como otro lugar puede ser destino de personas que viajan, incluso gastan dinero, pero para convertirse en foco de atracción de viajeros necesita de personas que acuden a degustar sus encantos pero que tienen necesidad de dejar constancia escrita de lo vivido. No sólo se necesita de encantos para ser referida, necesita de viajeros inteligentes que hagan a otros soñar, y puedan vivir Ronda sin visitarla y necesiten en algún momento encontrarse con ella.
Todos recordamos con especial consideración la labor de los viajeros románticos, porque aunaron su experiencia viajera, a su riqueza intelectual, que permitió en el siglo XIX viajar con la imaginación a miles de personas.

2. “Ronda, eterna sugestión de viajeros”

El libro que presentamos en el día de hoy es una dulce yema para la historiografía de Ronda. No supone una sorpresa encontrarse con un buen libro de historia de Ronda que provenga del mejor historiador rondeño de los últimos cincuenta años. Pero no por ello debemos acostumbrarnos a ellos. Cada joya salida de las manos y la erudición del Dr.Francisco Garrido debe ser valorada por separado. Con este último libro casi culmina la serie más importante sobre estudios históricos de la rica comarca rondeña.
Las más de doscientas páginas del libro nos introducen de nuevo en esa desconocida Ronda. Se divide en varios capítulos que versan sobre la constancia de las visitas a la ciudad soñada desde los árabes a la actualidad. Finaliza con un capítulo dedicado a la poesía inspirada en Ronda y añade un regalo en forma de copia de un facsímil sobre Acinipo del escritor Juan Agustín Cean-Bermúdez.
El libro no es una simple recopilación de testimonios de viajeros a lo largo de los diferentes siglos. Sin duda es mucho más. El autor nos brinda las claves para entender las aportaciones de los diferentes autores, nos las encadena cronológicamente y nos proporciona una visión global sobre el fenómeno.
Con estilo directo, culto y atrayente uno se suma como un espectador más a todo aquello que cantan y cuentan los diferentes viajeros.
No es mi intención pararme a detallar todas las aportaciones novedosas que aporta este fantástico trabajo, pero si me gustaría detenerme en alguno de los testimonios de una forma caprichosa.
Me alegra saber de la visita de José Napoleón Bonaparte, conocido como el rey intruso, hombre equivocado con respecto a España, pero culto y amante de las artes. Tras la ocupación francesa de Ronda, el 28 de Febrero de 1810, recorrió la ciudad y visitó su plaza de toros y se admiró del Puente Nuevo.
Alexander Slidell Makenzie, teniente de navío de la armada americana, protegido de Washintong Irving, visitó también Ronda, a parte de La Carolina, mi pueblo natal, y se hospedó en la Posada de las Ánimas, que como ustedes conocen fue alojamiento de Miguel de Cervantes, cuando desempeñaba en la ciudad su función de recaudador de tributos.
Una de las partes que más me gustan del libro es la que hace referencia a las corridas de toros vistas por los extranjeros. En un placer leer esas numerosas páginas. Por ejemplo Jean Sermet escribe en uno de sus libros: “Imposible de comprender Andalucía sin entrar en el entusiasmo que provoca la corrida”.
Es un libro fantástico para conocer mejor Ronda, y sobre todo su historia.

3. Francisco Garrido

Del Dr.Francisco Garrido podríamos hablar de su extensísimo currículo, y a la vez de la calidad del mismo. Pero permítanme no voy a hablar de mi amigo Paco para descubrírselo a ustedes. Voy a hablarle a Paco de dos cosas que le interesan: del oficio de escribir y de humanismo.
Voy a hablarte de esos dos temas utilizando las sabias palabras de mi escritor más admirado, el húngaro Sándor Márai.
En su novela “La amante Bolzano” Márai pone en boca de su personaje Giacomo Casanova la siguiente expresión: “Soy escritor y no puedo evitarlo”. Más tarde añade: “Para poder escribir algún día, he de gastar todo lo que poseo. La vida y todo lo que la vida me da. Escribir es algo costoso”.
Tú has escrito no un día sino muchos y sabes lo que significan esas palabras del maestro húngaro.
Recientemente escribía un artículo en el Diario Sur sobre la figura del novillero Cayetano y le decía que para que creciera el toreo debía morir él. Ese es el pago del artista, la propia mengua por la expansión de la obra y el intento de movilizar los corazones y mentes de muchos.
A Chejov le invitaron a no perseguir dos liebres, debía decidir dejar la medicina o la literatura. Decidió bien y apostó por el oficio de escribir.
Tú has seguido a muchas liebres en tu vida, pero siempre has mirado de reojo a la de la literatura. Ahora es tu gran liebre, que por mucho que quiere correr no puede deshacerse de ti. Qué descanso.
Tú eres escritor con todas las letras y además humanista. Pero humanista como defiende Márai, como representante de la mayor herencia de Europa a la historia de la humanidad. “El humanismo es la constatación de que el ser humano es la medida de todas las cosas”.
Qué mejores piropos pueden adornar a un escritor sino son los de humanista y liberal.
Francisco Garrido es un humanista y un liberal.

4. Epílogo

Debo confesarles finalmente mi predilección por Don Gerardo Diego, y por la Ronda torera a la que quiero piropear. Así quisiera finalizar con unos versos del genial poeta:

Serranía redonda
Plaza de Ronda
Y la luz del toreo
Mide su onda. Es primavera apenas
Duerme el albero
Yo piso tus arenas
Pedro Romero.

Paco gracias por el libro, por tu deferencia conmigo y créeme que en estos momentos mi gratitud es la memoria de mi corazón. El sabio Horacio me enseñó que al hombre auténtico lo cuidan dos hermanas divinas que siempre están a su lado, la sabiduría y la compasión … No te entregues todavía a la compasión.